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martes, 21 de diciembre de 2010

” LA MAYORÍA DE LAS DEPRESIONES SE GENERA POR QUE LLEVAMOS UNA VIDA MUY BUENA Y LA QUEREMOS AÚN MEJOR. “


La mente y el cuerpo humano representan dos recipientes inseparables. Hasta hace bien poco la opinión predominante era que las enfermedades psíquicas y los síntomas somáticos de los médicos de cada especialidad.
Hoy sabemos que no podemos separar una cosa con la otra. Enfermedades como depresión, la ansiedad, o la neurastenia se reflejan muy a menudo en el campo somático – dolor de cabeza, de columna, baja inmunidad, síndrome de cansancio, hormigueo en las extremidades, problemas digestivos, etc. – sin poder encontrar la enfermedad concreta o la causa que lo provoque.
Lo típico de estos casos es que el paciente ha pasado por una serie de diagnósticos con resultados negativos, y está obligado seguir una serie de tratamientos sin eficacia ninguna. La causa está en la parte emocional con frecuencia encubierta muy dentro de la persona, tanto que el paciente ni siquiera puede comunicárselo a su médico. Esta problemática está tratada hoy en día en la medicina científica en una sección nueva,  llamada psicosomática.
Las manifestaciones somáticas (dolor) son en realidad señales de nuestro cuerpo que nos invitan a solucionar nuestros problemas. De manera filosófica lo presenta uno de mis colegas que dice: ” La mayoría de las depresiones se genera porque llevamos una vida muy buena y la queremos aún mejor. “
Seguro que, como solución en forma de toma de pastilla de farmacia, no será la correcta. En primer lugar no tratamos la causa del problema y en segundo nos hacemos dependientes de los ansiolíticos. La visión holística ve al paciente como un todo y, en este caso, el reforzamiento de la actividad cerebral  sería el camino más correcto y razonable.

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